El matacán o correhuela lechosa es una planta trepadora y persistente de ubicación mediterránea. En la Vega Baja del río Segura se distribuye principalmente sobre suelos salinos, cerca del mar.
También crece en las orillas de caminos, monte bajo, riberas con herbazales y en sembrados, por lo que está considerada como mala hierba. Le gustan los ambientes cálidos moderadamente secos, siempre en lugares próximos al mar Mediterráneo.
Poseen rizomas y tallos subterráneos que se desarrollan al exterior, enredándose y entorpeciendo a las plantas vecinas, colonizando los terrenos con viveza. De ellos brotan tallos erectos, volubles, delgados y trepadores hasta de 4 m, leñosos solo en la base.
Llaman la atención sus hojas opuestas con un tono verdoso peculiar, acorazonadas o en forma de flecha, y pecioladas. Cuando se rompen los tallos o las hojas aparece un látex blanco, que es tóxico.
Las flores tienen una estructura muy singular, surgen de las axilas de las hojas, son pedunculadas y forman una inflorescencia tipo umbela. Poseen 5 sépalos blancos, alargados, en forma de estrella; y 5 pétalos blancos o rosados soldados en la pase, también de aspecto estrellado y con forma de hilo al final.
Atesoran una corona central con 5 estambres entremezclados entre los pétalos. Las flores son perfumadas y florecen desde mayo-junio hasta agosto-septiembre. Al final se forma un fruto seco cilíndrico que contiene dos semillas.
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