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viernes, 23 de febrero de 2024

La procesionaria del pino

 

   La naturaleza es una fuente llena de detalles singulares que emanan una amplia variedad de diversidad y contrastes. Si en un post anterior se hacía referencia a la especial simbiosis entre las mariposas y las plantas, en esta ocasión se alude a la ´procesionaria`, una amenaza nociva y peligrosa. En algunos pinares de la Vega Baja podemos observar una especie de bolsas blancas de seda en la parte alta de los árboles que nos llaman la atención, especialmente durante el invierno.


   Curiosamente se trata de otra mariposa, en este caso nocturna, Thaumetopoea pityocampa, conocida como ´procesionaria`. En su fase de oruga forma grandes nidos entre las ramas de los pinos y se desplaza formando filas, de ahí su nombre popular. Las larvas se alimentan de las acículas de los pinos provocando desfoliación y el consiguiente deterioro de los bosques; y además son tóxicas y peligrosas para las personas, ganado y mascotas. Quizás una amenaza sanitaria debido a su progresión hacia las áreas urbanas.


   Los aficionados y habituales en el entorno de la Naturaleza deben conocer que las orugas están recubiertas por unos pelillos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en piel, ojos y nariz, así como reacciones alérgicas. ¡¡En ningún momento debemos tocar estas orugas!!


  Durante el verano aparecen las mariposas, las hembras se sitúan en las ramas del pinar y liberan feromonas, unas sustancias químicas que atraen a los machos, se aparean y la hembra suele poner unos 200 huevos alrededor de las acículas de los pinos.


   Al ser una mariposa, sufrirá un proceso de metamorfosis hasta convertirse en adulto. Las orugas o larvas nacen a los 30 ó 40 días de la puesta, es decir, durante el mes de septiembre. Permanecerán siempre juntas y empezarán a construir sus nidos o bolsones de seda, cada vez más grandes y con más seda, de manera que cuando están en pleno invierno alcanzan su mayor tamaño.


   Los días empiezan a crecer y las larvas cada vez se alimentan con más insistencia, hasta llegar a la 5ª muda, la última, que es cuando son más grandes y voraces, …. y más urticantes. Al final del invierno y la llegada de la primavera, desde febrero a primeros de abril, las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de ´procesionaria`.


   Resultan curiosas y llamativas las procesiones de estas orugas por los caminos que atraviesan bosques de coníferos o pinares. Recordar lo más importante, los pelillos brillantes y blanquecinos de las larvas producen urticarias graves en la piel humana, por lo que no debemos tocarlas. ¡¡Hay que tener un especial cuidado!!


   Tienen como propósito introducirse bajo tierra para pasar a la fase de pupa o crisálida. Durante el verano las crisálidas eclosionan y surgen las mariposas, que curiosamente tienen un período de vida muy corto, tan solo dos o tres días. Otro dato interesante es que algunas salen ese mismo año, pero otras permanecen enterradas 1, 2, 5 o más años, como si fuesen semillas esperando el momento más adecuado para convertirse en mariposa y salir. Por este motivo es difícil tener un control real y efectivo de las poblaciones de esta mariposa en una zona determinada.


   Las ´procesionarias` próximas a las áreas recreativas, lugares de camping, rutas o senderos, ……en zonas de pinos, pueden ocasionar graves daños a las personas, especialmente a los niños. En animales domésticos, estas orugas son muy dañinas para los más curiosos, como los cachorros de perro (los gatos son más cautos), al intentar morder o tocar esta hilera en movimiento, o un nido que se haya caído pues contienen pelos urticantes. Los síntomas son bastante claros: inflamación de labios, boca y cabeza en general. El animal intenta rascarse, babeando exageradamente. Sería necesario consultar con el veterinario rápidamente.



Murajes, morrons - Anagallis arvensis subs arvensis

     Estamos ante un planta muy extendida, fácilmente reconocible y popular en toda la Vega Baja del Segura, y en muchas zonas de la Penínsu...