Durante las últimas décadas se ha notado un incremento de plantas alóctonas en la Vega Baja del Segura, este es un interesante detalle a tener en cuenta pues algunas de estas especies exóticas pueden representar una importante amenaza para la flora autóctona.
Originario de Madagascar el espinazo del diablo es un kalanchoe que se usa como planta ornamental. Se asilvestra con facilidad en barrancos, lugares áridos y semiáridos, dunas y roquedos, sobre todo del litoral, actuando en ocasiones como planta invasora.
Por otra parte se cultiva y se usa para producir multitud de productos cosméticos y farmacéuticos debido a sus propiedades protectoras para la piel y en muchas otras aplicaciones medicinales. Existen medicamentos comercializados producidos a partir de los compuestos de esta planta.
Posee hojas grandes, opuestas, oblongo-lanceoladas y carnosas. El haz es de color verde y con manchas púrpura en el envés. Llaman la atención sus pequeños espolones bulbíferos en los márgenes, de donde surgen los brotes o hijuelos de las nuevas plantas, al caer enraízan rápidamente (incluso se puede observar que antes de caer ya tienen raíces).
Al final de un largo tallo, que puede alcanzar un metro de altura, se forma una llamativa y amplia inflorescencia o racimo terminal en forma de paraguas. Las flores son pendulares, con pétalos soldados, acampanadas, de color rosa-violáceo. Florecen durante el invierno y a principios de la primavera.
Las hojas de ´kalanchoe` poseen diversas propiedades medicinales para curar heridas, calmar dolores musculares, enfermedades de la boca, eliminar verrugas, catarros y gripes, …… pero sus flores son tóxicas y las hojas dependiendo de las personas pueden tener contraindicaciones. ¡Ojo con este detalle!
En herboristerías y tiendas de dietética, fitoterapia o parafarmacias se pueden encontrar cápsulas de extractos de hojas de ´kalanchoe`. ¡Es mucho más seguro!