A lo largo de la Vega Baja del río Segura descubrimos numerosas plantas ornamentales o exóticas procedentes de diferentes lugares del planeta que se han aclimatado a la temperatura y condiciones atmosféricas de esta zona mediterránea y finalmente han conseguido naturalizarse formando sus propias colonias.
La lantana es un arbusto muy florífero y llamativo, originario de América central y del sur, que se planta y cultiva como especie decorativa y que ha logrado asilvestrarse en zonas dunares y lugares alterados del litoral. Las podemos encontrar con colores muy desiguales pertenecientes a distintas variedades.
Poseen hojas caducifolias, opuestas, de ovaladas a lanceoladas, con el borde un poco dentado y un olor peculiar con aroma a limón. Ásperas al tacto y pelos rígidos en el envés.
Las vistosas flores se agrupan en la parte superior de las ramas formando capítulos densos. Florece durante todo el año, especialmente desde el inicio de la primavera hasta la mitad del otoño.
Los frutos son bayas de forma esférica, comestibles cuando están completamente maduras pero venenosas al principio cuando las vemos verdes. Toda la planta contiene sustancias tóxicas por lo que se aconseja evitar su consumo, incluso muy venenosa para el ganado y otros animales.