Introducido en la Vega Baja con fines ornamentales, originaria de Méjico y América Central, es un árbol muy vistoso de la familia de las leguminosas que se ha asilvestrado en algunos lugares del litoral alicantino. Se trata de una planta con un claro comportamiento expansivo.
Lo podemos encontrar configurando estructuras diferentes desde las formas arbustivas a las arbóreas. Su corteza es grisácea con surcos o hendiduras poco penetrantes de color marrón anaranjado. Las hojas son bipinnadas, o sea compuestas en las que cada una de las hojuelas se vuelve a dividir a su vez en hojuelas más pequeñas. Son hojas perennes.
Las flores brotan en inflorescencias formadas por capítulos globosos y compactos, semejantes a pompones de color blanco, pueden aparecer a lo largo de todo el año, especialmente durante la primavera y el verano.
Son plantas muy llamativas que se diferencian del resto de las acacias mimosas por las flores singulares y lucidas, y por sus abundantes, alargadas y colgantes legumbres, que al final adquieren un color marrón intenso que contrasta con el siempreverde follaje. Le afecta el frío y no soporta las heladas.
Naturalizada en casi todas las zonas de clima cálido, posee claros atributos que la clasifican como una planta con elevada capacidad invasora. Posee un rápido crecimiento, cuantiosa y precoz producción de semillas con cubierta dura, rebrotadora, resistente al fuego y a la poda, …… Una agresiva colonizadora de ambientes ruderales o de formaciones vegetales alteradas.
Por su belleza, expansión y utilización ornamental posee numerosos nombres populares: Peladera, aromo blanco, huaje o guaje, mimosa, liliaque, acacia pálida, tamarindo silvestre, entre otros nombres.
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