Los cardos son plantas muy abundantes en la Vega Baja del Segura, muy conocidas por sus molestas y punzantes espinas, normalmente nos apartamos de ellas. Numerosas en los campos sembrados, suelen ser inoportunas en los bordes de los caminos.
Pero no podemos ignorar que poseen innumerables y peculiares propiedades, son básicas y fascinantes, generan alimento y en muchas ocasiones medicamento no solo para nuestros males sino también para la naturaleza del entorno.
Este ´onopordum macracanthum` posee una amplia variedad de nombres comunes: “alcachofas silvestres, pincho burrero, atoba, cardencha, cardo, cardo blanco, cardo borriquero, cardo burrero, cardo de alcachofa, cardo de burro, cardoncha, toba, arrecate, ……”. También tiene diversa sinonimia en cuanto a su nombre científico.
Crece en terrenos abiertos y alterados, bordes de caminos, herbazales nitrófilos, campos ruderales y baldíos, …… donde destacan sus poderosos tallos simples, solamente ramificados en la parte superior, alados y con márgenes fuertemente espinosos en toda su longitud.
Sus hojas son grandes en la parte baja de la planta, más pequeñas en la superior del tallo, carentes de peciolo, entre ovaladas y lanceoladas con el limbo dividido en lóbulos, con bordes intensamente espinosos, algo carnosas. Con un color entre blanquecino y grisáceo-verdoso, con abundantes pelos finos especialmente por el envés.
Las llamativas y voluminosas flores de color púrpura forman capítulos terminales, por lo general solitarios. Llama la atención el involucro o conjunto de brácteas que rodean a las flores, en esta planta tiene una apariencia globosa y es espinoso. Florece entre mayo y junio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario