Las dunas litorales son mucho más que montículos de arena dispuestos por la acción del viento y que se extienden a lo largo de la línea de costa, forman valiosos ecosistemas que alojan una interesante biodiversidad, conformando un escenario de gran valor ecológico. Asomarse a las dunas de Guardamar o La Marina en abril-mayo nos permite disfrutar de un sorprendente espectáculo floral.
Las especies de fauna y flora existentes en los espacios dunares están adaptadas a unas condiciones ambientales extremas, con escasez de agua dulce y de nutrientes, elevada concentración de sales y soportando fuertes vientos y largos períodos de sequía.
Curiosamente la ‘oruga marina` es una de esas plantas que se desarrolla perfectamente en lugares arenosos o pedregosos, soporta bien la salinidad tanto ambiental como la del suelo por lo que suele crecer muy cerca de la orilla del mar. Con frecuencia crece en las dunas litorales.
Puede llegar al medio metro de altura, con tallos que poseen ramas derechas y hojas carnosas, pecioladas y lobuladas, de aspecto muy dividido.
Sus flores, blancas o violáceas, con cuatro pétalos, se disponen en racimos. Poseen una floración muy abundante. Florece durante casi todo el año, especialmente en los meses de primavera.
Los frutos son alargados y gruesos y recuerdan una punta de flecha. Sus semillas son muy ligeras, de forma que pueden flotar en el agua del mar y ser transportadas largas distancias.
Era muy conocida y apreciada por los marineros de la antigüedad, la parte verde de la planta, tallo y hojas, se consumían en fresco. Resultaba muy útil y terapéutica para combatir el escorbuto. En la actualidad no se utiliza medicinalmente.
Preciosas fotos y fantástica información
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