Desde Formentera podemos cruzar el río Segura a través de un puente apto para ciclistas y peatones, y así acercarnos a la activa Noria árabe de Benijofar, un simbólico elemento arqueológico para las huertas de la zona. Desde aquí el sendero que nos conduce dirección Algorfa es una excelente opción para observar los numerosos cañaverales que rodean el río e incluso se apoderan del camino.
En las orillas del río Segura existe una gran cantidad de cañaverales o cañas que invaden gran parte del propio río. Considerada como planta invasora también está muy asociada y vinculada con el medio ambiente pues varias especies de aves duermen o anidan en los cañaverales.
Poseen robustos rizomas leñosos, fuertes y muy largos de donde brotan sus tallos, las cañas. Los rizomas se desarrollan y extienden de forma subterránea y horizontal, siendo capaces de abarcar amplias zonas. Realmente muy difíciles de eliminar.
Los tallos o cañas son huecos y pueden alcanzar los 5-6 metros de altura, fragmentados en tramos con nudos cada 10 a 30 cm. Estos nudos albergan las yemas de donde brotan las ramas secundarias. Posee numerosas y largas hojas lanceoladas, muy características, que envuelven al tallo en forma de láminas verdes.
Las flores se agrupan formando inflorescencias en tallos de dos años de edad, panículas de aspecto piramidal grandes, con pelos sedosos que dan al conjunto de la inflorescencia una tonalidad plateada, un poco teñida de púrpura. Florecen desde junio-julio hasta octubre-noviembre.
La caña común se reproduce asexualmente ya que las semillas que genera son estériles. Las cañas al permanecer tendidas a causa del viento, lluvias fuertes, maquinaria, ….. y estar en contacto con el suelo, enraízan con mucha facilidad y brotan de nuevo por las yemas de los nudos de la planta.
A través de los rizomas de una sola planta surgen nuevas cañas por su gran facilidad de expandirse. Poco a poco logran extenderse generando numerosas plantas con nuevos rizomas. En otras ocasiones pequeños trozos de rizomas arrastrados por el agua de ríos y barrancos consiguen enraizar en otros lugares.