Desde hace muchos años los cactus han despertado la atención de botánicos y entusiastas del mundo vegetal, en España la mayoría se cultivan con fines ornamentales. Debido a su especial atractivo fueron introducidas en Europa, procedentes del continente americano, su área nativa.
“Las Cactaceae es una extensa familia de plantas de las Américas, en su mayoría suculentas y a menudo espinosas”. Suelen presentar grandes y vistosas flores con abundantes pétalos y numerosos estambres.
Ciertamente, la Vega Baja del río Segura puede sentir orgullo de poder acoger una amplia variedad de cactus capaces de mantenerse con vida y convertir lugares baldíos, áridos, semidesérticos y arenosos, llenando los campos de alegría y notoriedad. A pesar de su porte espinoso son plantas admiradas y respetadas.
La Opuntia ammophila es una planta robusta, derecha y espinosa, que suele presentar una forma hemisférica desde la base. Posee cladodios o tallos aplanados y carnosos, llamados también palas o pencas, cumpliendo las funciones de las hojas, es decir acumulando agua y realizando la fotosíntesis.
Los cladodios de esta Opuntia no son grandes, poseen las singulares y exclusivas areolas de los cactus, donde brotan las espinas a través de unas yemas especializadas. Estas espinas ayudan a reducir la deshidratación y la pérdida de humedad y protegen al cactus de los herbívoros.
Las flores son muy grandes y llamativas, a veces espectaculares, de color amarillo pálido. Los frutos son carnosos de color rojo-púrpura, y también poseen espinas.
Resulta muy agradable contemplar estas vistosas plantas en plena época de floración, entre marzo-abril hasta mayo-junio, o cuando están llenas de frutos arracimados que surgen de cada flor.
En la Vega Baja del Segura aparece naturalizada o asilvestrada en lugares puntuales cerca del mar, especialmente en terrenos arenosos y antiguas dunas litorales.
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