Ciertamente, los cactus son unas plantas muy abundantes en toda la Vega Baja del río Segura, introducidas y utilizadas generosamente con fines ornamentales o decorativos. Además de su singular belleza no necesitan especiales cuidados, y su demanda hídrica es muy baja. Es una de las plantas favoritas de las gentes de esta zona.
Pero también es preciso añadir que en algunos casos, determinados cactus pueden generar invasiones biológicas, llegando a producir serios inconvenientes ambientales que pueden afectar a espacios con escasez de precipitaciones y altas temperaturas estivales. Estos cactus invasores alóctonos se ubican en toda la zona mediterránea de la Península Ibérica.
La Cylindropuntia pallida, originaria de México central, además de ser un cactus carnoso muy invasor, pues en pocos años ya se ha expandido de forma activa y rápida; es una especie peligrosa para las personas, mascotas, así como para los herbívoros salvajes y otras especies que se ven dañadas por sus poderosas espinas. Incluso para los vehículos.
Resulta complicado frenar y dominar una ocupación o invasión de este cactus una vez instalado en un lugar, pues además de la amenaza de sus fuertes espinas, la planta tiene tendencia a dividirse y dispersar tallos y frutos creando nuevos cactus de forma vegetativa.
Además, las plantas cuando son pequeñas se mezclan en el paisaje, camufladas y pasando desapercibidas, consiguiendo gran cantidad de ejemplares. Sin lugar a dudas este cactus arbustivo es una planta a tener en cuenta, una invasora con mucho riesgo.
Se trata de una planta muy densa y ramificada desde la base, con brazos espinosos ascendentes y carnosos. Sus tallos son erectos o articulados de color verde grisáceo y con forma cilíndrica. Suelen estar formados por segmentos que se desprenden con facilidad, pero poco visibles debido a las numerosas espinas que aportan a la planta una tonalidad blanca-marfil.
Presenta llamativas flores con pétalos de color rosa morado, estambres con anteras y filamentos dorados o color crema. Sus frutos son estériles, de forma ovoide con la parte más ancha en el ápice. Menos espinosos en la madurez y se desprenden con facilidad. Florece preferentemente desde febrero-marzo hasta abril-mayo.
Su reproducción es en la mayoría de los casos exclusivamente vegetativa, pues cuando la especie presenta semillas, éstas son pequeñas y casi todas estériles. Además las flores suelen carecer de polen.
Es una especie que muestra una gran capacidad de enraizamiento a través de sus palas desprendidas, y se dispersa vegetativamente durante todo el año a partir de esquejes o frutos. Está comprobado que transcurridos unos 20 días de entrar en contacto con el suelo, el 80% de sus esquejes y frutos pueden enraizar sin ser regados.
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