Historia y naturaleza han juntado sus caminos en numerosas ocasiones. Para frenar el avance de ´las arenas voladoras`o dunas de Guardamar que estaban absorbiendo casas y terrenos, durante los primeros años del siglo XX se plantaron pinos, palmeras y eucaliptos.
Esta repoblación forestal duró cerca de 30 años y consiguió asentar a las llamadas ´arenas voladoras` desde el Pinet de Elche hasta la Mata-Torrevieja.
Hago alusión a este importante hecho de la historia reciente de Guardamar porque uno de los árboles utilizados fue el Eucaliptus gomphocephala, muy abundante actualmente en la mencionada franja costera donde además se encuentra naturalizado.
Originario de Australia fue introducido en la Vega Baja como especie ornamental. Crece y se desarrolla de manera perfecta, sobre todo en espacios amplios y tolera aceptablemente las zonas secas y la proximidad del mar. Puede alcanzar los 30-35 metros de altura.
Sus hojas son lanceoladas, brillosas, delgadas y de color verde claro. Posee peculiares y vistosas flores blancas formando curiosas inflorescencias del tipo umbela con siete flores sobre un amplio pedúnculo. Florece desde agosto-septiembre hasta noviembre. Su fruto es una singular cápsula cónica.
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